La rapidez ante un cáncer ginecológico es fundamental, por eso mi compromiso es operar antes de dos semanas
El Dr. Albert Reyes Claret es un ginecólogo altamente especializado en cirugía oncológica ginecológica mínimamente invasiva, integrante del equipo de Juaneda Hospitales, con consulta en Hospital Juaneda Miramar. El Dr. Reyes asume casos quirúrgicos especialmente complejos, derivados por otros especialistas, y ofrece tratamientos de alta calidad, con procedimientos mínimamente invasivos y con la premisa, siempre presente, de la rapidez en la atención. En solo dos semanas acoge a la paciente, se le realizan las pruebas preliminares y se lleva a cabo la intervención quirúrgica, iniciándose luego un seguimiento de la evolución del caso, con los protocolos más modernos y contrastados.
P.—Describa su ámbito de su especialidad.
R.—Soy cirujano oncólogo ginecológico. Esto representa una subespecialización de la ginecología que basa su actividad en el tratamiento mediante abordaje quirúrgico de los tumores malignos que se desarrollan sobre el aparato reproductor femenino (excepto mama): cáncer de vulva, cáncer de vagina, cáncer de cuello uterino (cérvix), cáncer de endometrio y de cuerpo uterino, cáncer de trompas de Falopio y de ovario. Además, estoy especializado en cirugía mínimamente invasiva, lo cual permite una cirugía de precisión con un menor trauma quirúrgico.
P.—¿En qué consiste la cirugía oncológica ginecológica y cuál es su importancia en el tratamiento del cáncer?
R.—La cirugía oncológica ginecológica pretende tratar quirúrgicamente los tumores malignos ginecológicos de una forma efectiva y radical. Para ello no basta simplemente con la extirpación del tumor, sino que es necesario un profundo conocimiento de las vías de propagación del cáncer a nivel microscópico, para poder extirpar de forma oncológicamente eficaz y radical todos aquellos tejidos potencialmente susceptibles de haber recibido el tumor, aunque sea en forma de enfermedad microscópica. La importancia de que esta cirugía sea realizada por un cirujano experto en la materia radica en un aumento claro en la tasa de curación y supervivencia de la paciente con cáncer ginecológico. Además, va a permitir conocer con exactitud la extensión real del tumor, es decir, el estadio clínico de la enfermedad, y con ello, la necesidad o no de aplicar tratamientos complementarios a la cirugía (quimioterapia, radioterapia o ambas).
P.—¿Cuáles son los tipos y procedimientos de cirugía mínimamente invasiva que desarrolla y su comparativa con otros métodos?
R.—Tradicionalmente la cirugía oncológica ginecológica se ha realizado mediante grandes incisiones abdominales. Esto supone un trauma quirúrgico severo con una muy lenta recuperación de la paciente, lo que difiere mucho el inicio del tratamiento complementario, con quimio o radioterapia, en el caso de que sea necesario, y por ende empobrece el pronóstico. Gracias a la cirugía endoscópica y mínimamente invasiva, reducimos enormemente ese trauma quirúrgico y favorecemos una pronta recuperación. Pero es que, además, gracias a la tecnología endoscópica podemos ser más precisos en la determinación de la extensión del tumor. Por ejemplo, sabemos que una de las principales vías de propagación de los cánceres ginecológicos es mediante el sistema linfático (hacia los ganglios linfáticos). Mediante la cirugía mínimamente invasiva y gracias a la tecnología de detección del ganglio centinela podemos determinar cuál va a ser el ganglio linfático que tiene mayor probabilidad de haber recibido células tumorales, de modo que se extrae y se analiza de forma muy selectiva. Disponemos de la tecnología mínimamente invasiva de detección del ganglio centinela mediante verde de indocianina, así como con radio-trazadores. Eso nos permite ofrecer cirugía oncológica ginecológica con los mayores estándares de calidad que aconsejan las principales sociedades científicas. Además, gracias a utilizar preferentemente un abordaje mínimamente invasivo laparoscópico, obtenemos una pronta recuperación de la paciente siendo quirúrgicamente radicales en la eliminación del tumor. En el caso de ser necesaria una extirpación radical de toda la cadena linfática (linfadenectomía) la cirugía mínimamente invasiva nos va a permitir ser más precisos y radicales, ya que vamos a tener una imagen magnificada del campo quirúrgico. Es por ello que actualmente podemos abordar la práctica totalidad del cáncer ginecológico mediante cirugía mínimamente invasiva de una forma oncológicamente eficaz.
P.—Usted atiende casos cribados y derivados de otros ginecólogos, en una atención que no realiza primeras consultas, ni su consulta está abierta del modo normal: ¿Cuál sería el circuito en el Hospital Juaneda Miramar, cómo acceder y cómo se gestiona?
R.—Así es, específicamente recibo casos de otros ginecólogos ya orientados a un tratamiento quirúrgico. Estos son casos de cáncer ginecológico u otras patologías no oncológicas que precisan de una cirugía más compleja. En este caso, el ginecólogo contacta con nuestra secretaria para su derivación, mediante correo electrónico o vía telefónica. Sin embargo, aquellas pacientes que no habiendo sido derivadas por su ginecólogo y que han sido diagnosticadas de cáncer ginecológico o de un proceso que requiera cirugía ginecológica mínimamente invasiva y que quieran una segunda opinión pueden ponerse un contacto de la misma manera, solicitándome una consulta específica mediante correo electrónico ginecologia.miramar@juaneda.es o llamando al teléfono 971767248. Tras ello serán citadas de una forma urgente, más aún en caso de cáncer ginecológico, en mi consulta.
P.—Concretando para las pacientes: ¿Qué pasos iniciales deben seguir y cómo prepararse mejor para una consulta?
R.—Si no vienen derivadas por un ginecólogo y tras pedir cita explicando el motivo (diagnóstico de cáncer o necesidad de cirugía ginecológica), solicitamos que aporte, el día que sea citada a la consulta, los informes médicos relativos a ese proceso: informes del ginecólogo e informes de las pruebas de imagen (TAC, resonancia magnética, etc.). A partir de ese momento le damos total prioridad para completar pruebas de imagen si fueran necesarias y fijamos la fecha para la cirugía de forma preferente.
P.—Usted destaca mucho la importancia de la rapidez en la actuación.
R.—La rapidez es fundamental, ya que el pronóstico de la enfermedad va a depender de ello. Para mí, esta condición es prioritaria. Por un lado, a medida que se difiere el inicio del tratamiento, existe una progresión del tumor, lo cual conlleva a una reducción en la tasa de curación y supervivencia. Por otro lado, soy plenamente consciente y entiendo cómo afecta psicológicamente a la paciente y al entorno familiar una demora del tratamiento ante un diagnóstico de cáncer porque yo también he padecido un proceso oncológico, que afortunadamente ya superé. Es por ello que mi compromiso es realizar la cirugía en un plazo menor a dos semanas desde la primera visita, teniendo en cuenta que durante esos días, probablemente vamos a necesitar ampliar pruebas radiológicas antes de la intervención.