Deja de fumar con éxito y para siempre
A pesar de que cada vez lo tienen más difícil, los fumadores siguen fumando. No importa que ya no se pueda hacer en bares y restaurantes, en zonas de tránsito de niños como colegios o parques infantiles, en centros comerciales… Lejos quedaron los tiempos en los que uno cogía el bus y se encontraba a dos, o tres, o más, individuos fumando. Y lo mismo con el cine, los aviones e incluso las clases de la universidad o las consultas de los médicos.
Y sin embargo el tabaco siempre encuentra una vía, y los fumadores no acaban de abandonarlo nunca. Porque ser fumador y pasar a exfumador no apetece, porque parece que la vida será peor, porque el placer de tomar un café con un cigarrito se esfumará, porque ya no será la excusa para salir cinco minutos a desestresarse.
Hay cientos de miles de excusas. Varias de ellas, por fumador. Pero por suerte, disponemos de los medios necesarios para ayudar a aquellas personas que realmente quieren dar el paso.
El “mono” físico sólo dura tres días. Los beneficios de aplastar una colilla contra un cenicero empiezan a notarse a las 24 horas y el primer beneficiado es el corazón. Después mejoran los sentidos del olfato y el gusto, y poco a poco la piel, el pelo y las uñas, aparecen más brillantes y lustrosos. ¿Por qué no intentarlo?
Gracias al programa de deshabituación del tabaco, muchas personas han conseguido dejar el vicio. Por supuesto, existen ayudas “extra” con pequeñas dosis de nicotina que se liberan en el organismo y ayudan a superar la abstinencia. Parches, chicles, pastillas o espray buco nasales son de ayuda, pero sólo si el paciente está convencido de la decisión que ha tomado.
Para estar seguros, los especialistas aconsejan practicar algunas técnicas psicológicas.
La primera de ellas consiste en encontrar uno o varios motivos por los cuales dejar de fumar definitivamente:
- Más años de vida y más saludables
- Un significativo ahorro de dinero
- Menos resfriados, y menos intensos que durante la etapa de fumador
- Pelo, dientes, uñas y piel más luminosos y sanos, y por supuesto, adiós al mal aliento del fumador y a las manchas de nicotina en los dedos
- Se reducen las posibilidades de cáncer, embolia, infarto y otras enfermedades
- De repente, el olor a tabaco desaparecerá de tu entorno
- Serás un buen ejemplo para las generaciones futuras
También puedes preparar el día “D” con los consejos que ofrecen los psicólogos especializados en tabaquismo:
- Elige un día y márcalo a fuego. No vale que sea el 15 de febrero del año 2037. Tiene que ser una fecha lo suficientemente cercana, pero a la vez distanciada, para ir tomando consciencia al respecto. Esa fecha es inamovible, nada puede cambiarla
- Una semana antes, empieza a apuntar el día, la hora y el momento en el que fumas un cigarro. Así establecerás un “diario de tabaco” que te ayudará a saber cuáles son las situaciones clave de tu jornada.
- Cuenta los cigarros y piensa en alternativas a esos momentos en los que sueles fumar.
- Huye como de la peste de situaciones, ambientes y compañías que te dificulten conseguir tu objetivo.
- Calcula el presupuesto que cada mes destinas y gastas en tabaco.
- Lleva una dieta saludable y practica algo de deporte. Pero con cuidado, recuerda que antes de empezar de cero, es necesario hacer una revisión de tu estado de salud.
- Crea costumbres y hábitos nuevos, tal vez descubras un pasatiempo que hasta ahora no habías contemplado y que te encanta.
- Consulta con nuestros especialistas en deshabituación al tabaco, qué recursos puedes utilizar cuando aparezcan los primeros síntomas de abstinencia.
Tu médico, además, te dará un listado de los beneficios que se van multiplicando en tu organismo a medida que pasan los días y las horas desde el último cigarro de tu vida. ¡Vale la pena conseguirlo!