Cuidar alimentación e hidratación y usar analgésicos y antiinflamatorios mejora los síntomas de la gripe en la garganta. Juaneda

Cuidar alimentación e hidratación y usar analgésicos y antiinflamatorios mejora los síntomas de la gripe en la garganta.

  • El Dr. Julio Rama, director del Centro Integral de Otorrinolaringología, en Juaneda Hospitales, ofrece las claves para capear las infecciones estacionales.

«La patología general en el ámbito de la otorrinolaringología aumenta mucho estos días de inicio del invierno, especialmente por enfermedades respiratorias, patología nasal, de los oídos y de las vías bajas, situaciones que además se producen habitualmente de manera aguda, lo que hace que nuestros pacientes reclamen una atención rápida e inmediata, al tener síntomas muy limitantes, con bajas laborales y pérdida de calidad de vida.»

Así resume estos momentos el Dr. Julio Rama, médico otorrinolaringólogo y director del Centro Integral de Otorrinolaringología (CIO), en Juaneda Hospitales, con sus consultas con consultas en Clínica Juaneda, Hospital Juaneda Miramar, Hospital Juaneda Muro y Centro Médico Juaneda Inca. «Nosotros —continúa el especialista en su análisis de la situación de estos días— debemos cumplimentar ese aumento de la demanda con una mayor capacidad asistencial, de la que afortunadamente disponemos en nuestro servicio».

Sobre la gripe, que se encuentra en estos momentos en su eclosión epidémica anual (y de cuyas cifras de incidencia se espera que vayan a más en los próximos días) y que es la afección que más preocupa en este periodo, el Dr. Rama, especialista de Juaneda Hospitales, recuerda que «es una infección viral, producida por los virus de la influenza, que genera una sintomatología a nivel sistémico, es decir, de todo el organismo.

»En nuestra esfera de la Otorrinolaringología —continúa—, la gripe produce síntomas nasales, como la congestión y el aumento de la mucosidad; en el oído, debido a sus diferentes capacidades para equilibrar las presiones, esta infección genera congestión y puede dar hipoacusia, y en la garganta puede tener como consecuencia síntomas irritativos e incluso la producción de dolor, de odinofagia, como se define médicamente».

Ante las congestiones nasales más molestas, destaca el Dr. Rama, «hay múltiples fármacos. El uso de suero fisiológico o agua marina preparada son medidas eficaces. Hay  que tener cuidado con los aerosoles nasales vasoconstrictores, que producen una descongestión que parece mágica pero que no es natural y puede ser perjudicial, con efecto rebote. También son beneficiosos los lavados nasales, aunque no haya un proceso infeccioso establecido.

»En el caso de que esa congestión nasal se mantenga, antes de usar los aerosoles nasales vasoconstrictores más de dos veces al día, más de cuatro o cinco días seguidos, lo que produce efecto rebote, más congestión, más uso y dependencia de esos medicamentos, hay otros muy medicamentos muy efectivos, como antiinflamatorios (tópicos en spray) incluso combinados con antihistamínicos, que pueden ayudar en esos casos, sin efectos secundarios».

«La gripe —añade el Dr. Rama— puede producir afectaciones laríngeas que darían problemas de voz», así como «respuesta defensiva en la garganta en forma de inflamación de toda la mucosa que recubre el epitelio respiratorio, lo que genera irritación y/o dolor, y que hace que las células que tapizan todas esas cavidades tengan una sobre producción de moco, con aumento de la expectoración y de mucosidad nasal».

Las molestias o dolor al tragar alimentos, a consecuencia de este tipo de infecciones tan frecuentes en estos momentos, «son la viva expresión de la respuesta inflamatoria. La esfera de la Otorrinolaringología, por donde respiramos, comemos o hablamos, es una zona que no se puede dejar en reposo, como un tobillo doloroso. Al tragar puede doler, porque es un cuerpo extraño que pasa por una mucosa muy sensible y que está irritada».

Este dolor «que se produce como punzadas», puede llegar a ser «muy molesto y hasta limitante, como si tuviéramos agujas dentro de la garganta, lo que puede llegar a tener como consecuencia que se reduzca la ingesta de alimentos, con lo cual empeora el cuadro general de debilidad, astenia y cansancio extremo que produce la gripe, entrando en un círculo vicioso que si no se rompe puede llevar a un empeoramiento».

El Dr. Rama es determinante al señalar que «de entrada, antes estas afecciones virales, lo primero que se ha de plantear es la prevención: intentar evitar ambientes cerrados, toser cerca de la gente, etcétera; todas esas iniciativas que ya conocemos de etapas anteriores y que evitan los contagios, del mismo modo que la vacunación contra la gripe, que previene o por lo menos limita el desarrollo de todos estos procesos, sus síntomas y la gravedad».

Si se ha contraído la infección y hay una sintomatología establecida, «el cuadro general debe mejorar con alimentación e hidratación adecuadas, fundamentales para que el organismo se vaya regenerando poco a poco y sea capaz de salir de esa situación». Si se da «un cuadro general más intenso, con fiebre, un malestar muscular generalizado y dolores articulares, los analgésicos antipiréticos, como el paracetamol, pueden ser efectivos».

El Dr. Rama destaca la necesidad de la mejoría del estado general del paciente «que debemos intentar que esté en la mejor situación posible para que la resolución del cuadro clínico, que se va a prolongar durante unos días, sea lo más corta posible». Sin embargo, «cuando eso no es suficiente y el cuadro de dolor es muy intenso, utilizamos fármacos más antiinflamatorios, no tan analgésicos, que ayudan a controlar mejor esa sintomatología».

Todas estas acciones, destaca el director del CIO, han de ser «dentro de la lógica, teniendo en cuenta que no existe una “pastilla mágica” que nos va a resolver el cuadro, que de cualquier modo se va a prolongar durante unos días, lo que debemos tener en cuenta y limitar los síntomas en la medida en la que nos sea posible. Pero lo que no demos hacer es “forrarnos” a base de medicación, lo que no incidirá significativamente en la evolución».

El especialista destaca que, a nivel de garganta, «cualquier mecanismo hidratante va a mejorar estos cuadros; la mucosa respiratoria es muy delicada pero es muy agradecida también, por lo que cualquier mecanismo que ayuda a hidratar y a lubricar mejora la situación. La miel, que es un remedio casero, tiene efectos antiinflamatorios por sus altos contenidos en azúcares, es lubricante y su viscosidad produce una capa protectora.

»La miel (que tendrá más efecto tomada sola en una cucharada, aunque si es demasiado dulce se puede diluir en té, leche o agua, donde mantendría parte de su efecto), junto con las infusiones, que tienen un efecto mucolítico, serían una buena ayuda para intentar pasar, en estos días, infecciones como la gripe y sus síntomas, de una manera de la mejor manera posible», señala a este respecto el Dr. Julio Rama.

Y añade, como concepto de precaución: «En estos estados, los alimentos sólidos o líquidos no deben estar demasiado fríos ni demasiado calientes, porque esos extremos podrían aumentar los niveles de irritación. Tomarlos a una temperatura tibia es lo que más se agradece, porque produce un cierto efecto de vasodilatación, que va a mejorar los procesos inflamatorios que se han generado dentro de la garganta».



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