La importancia de ir al logopeda: ¿tartamudez o disfluencia?
El lenguaje es el elemento clave de la comunicación humana. Desde que nos levantamos hasta que se acaba el día, utilizamos el lenguaje para cualquier actividad que realizamos: hablar, organizar, razonar, escuchar etc.
Tener problemas en el habla puede desencadenar en alteraciones en el comportamiento y en las relaciones con los demás de quienes sufren este tipo de dificultades. A menudo, se convierte en un factor que puede moldear la personalidad de quienes lo padecen: timidez, cohibición o limitación, suelen ser algunas de sus consecuencias.
Cualquier trastorno o dificultad del lenguaje, el habla y la voz en la comunicación puede subseguir durante diferentes etapas de la infancia, adolescencia o edad adulta.
En niños suele ser debido a dificultades en la adquisición de ese aprendizaje, sobre todo en las primeras etapas madurativas del niño. También, hay que tener en cuenta que la logopedia se encuentra entre el ámbito de la sanidad y de la educación.
Según los especialistas, no es lo mismo desarrollar el lenguaje a los 3 años que a una edad más tardía porque el lenguaje es el requisito básico para su aprendizaje a nivel cognitivo en el área académica y para ejecutar áreas funcionales. Mientras que durante la vejez, existen problemas neurológicos en los que el lenguaje pues también queda alterado.
Es por esto, que la especialista en logopedia, Belén Pretel, afirma que es importante que se realicen consultas a logopedas siempre en edades tempranas para llevar a cabo la prevención de estos problemas.
Un logopeda es un profesional que trabaja los aspectos del lenguaje, del habla y de la comunicación. No solamente en el lenguaje oral, sino también en el lenguaje escrito. Algunos de los problemas que trata durante sus consultas son la tartamudez y los diferentes tipos de disfluencias.
Una de las diferencias entre disfluencias y tartamudez tiene que ver con su evolución. Las difluencias tienden a remitir y a desaparecer, mientras que la tartamudez es intermitente.
Las disfluencias tienen siempre mejor pronóstico y suelen mejorar, no solamente en los niños sino también en adultos. Un síntoma claro de disfluencia es la repetición de palabras, frases o sílabas.
El origen y la causa de la tartamudez son indeterminadas. Aun así, existen una serie de estrategias para que esta pueda llegar a superarse a nivel social. El logopeda te ayudará a entrenar una serie de estrategias para practicar la coordinación fonorespiratoria y otros aspectos relacionados con los parámetros suprasegmentales del habla para conseguir un habla cada vez más fluida.
Debido a la gran importancia que el lenguaje tiene y a las funciones que cumple, cualquier problema en la producción o en la comprensión del mismo conlleva una importante desventaja para el individuo, y es aquí donde el logopeda realiza su labor más importante.
Ellos se encargarán de proponer una serie de estrategias y de programas que puedan ayudar a las personas que sufren este tipo de problemas para hacer esa maduración y que ese aprendizaje se adquiera.
Juaneda, cerca de ti.