Neuropsicología ante la pérdida de memoria en el embarazo
Despistada, perdida, desconcentrada, ausente, torpe, patosa... Durante su embarazo, una mujer puede sentirse de alguna de estas maneras o incluso de todas las maneras a la vez.
Recientes estudios demuestran que el cerebro de las embarazadas puede presentar problemas que afecten a sus habilidades cognitivas como la falta de memoria, desorientación o confusión.
La reducción de las capacidades del funcionamiento cognitivo general, de la memoria y del funcionamiento ejecutivo puede afectar a la vida de las mujeres que lo padecen y desembocar en errores en el trabajo, olvidos o despistes importantes.
Según los resultados de un nuevo estudio publicado en Medical Journal of Australia, del 50% al 80% de las mujeres embarazadas han experimentado este tipo de síntomas, particularmente durante el tercer trimestre de embarazo.
Sin embargo, muchos especialistas aseguran que tras haber pasado 6 meses del periodo de embarazo, las mujeres embarazadas mejorarán sus capacidades ejecutivas, como por ejemplo su habilidad para organizarse y planificar.
¿Por qué pasa esto? Ana Mantecón, neuropsicóloga de Juaneda Hospitals, afirma que esto se debe a un proceso hormonal.
Los culpables de los olvidos son los altos niveles de hormonas como la prolactina y el cortisol en el organismo de la embarazada, y principalmente de la oxitocina.
La revolución hormonal que experimentan las embarazadas produce cambios en el cerebro de la mujer que afecta sobre todo a la memoria espacial, es decir, aquella relacionada con dónde ponemos las cosas.
La neuropsicología estudia los efectos que una lesión, daño o funcionamiento anómalo en las estructuras del sistema nervioso central causa sobre los procesos cognitivos, psicológicos, emocionales y del comportamiento individual. Desde esta perspectiva clínica, se recomienda llevar a cabo las siguientes pautas para mejorar la memoria durante el embarazo:
1. Recuerda todo lo que puedas: lista de la compra, matrículas…
2. Organiza tu rutina diaria. Este tipo de problemas no tienen tanta repercusión a nivel funcional cuando una persona es organizada.
3. Equilibra las dos actividades anteriores: trabaja la memoria y establece una rutina.
4. Hazte un test neuropsicológico paradeterminar qué capacidades tienes que trabajar más. Debemos enfatizar, además, en la importancia de practicar evaluaciones neuropsicológicas.
5. Juegos y pasatiempos para trabajar la memoria, atención, lenguaje, habilidades visuales y funciones ejecutivas.
6. Consulta a un profesional que marque las actividades que debes realizar para equilibrar la estimulación y evitar carencias.
Juaneda, cerca de ti.