Seis consejos para pasar un verano saludable
Es época de piscina y playa, de relajación, deportes al aire libre y de relajar los relojes y los horarios, a veces demasiado estrictos, del día a día del año. El verano invita a cometer algún que otro exceso, a trasnochar, y a hacer largas siestas durante las horas más calurosas.
Si bien es la época preferida de muchos, también es un momento en el que el cuerpo puede ser más vulnerable. El calor puede hacer mella en la salud y por ese motivo es necesario tener presentes algunas indicaciones.
Seis consejos de salud para el verano
Beber agua, no exponerse demasiado al sol, cuidado con las digestiones… La salud es el bien más preciado y los especialistas en ella no se cansarán de recomendar cuidarla en los meses de más calor.
1- El clásico cuidado con el sol. Nunca a mediodía, nunca sin la correcta protección solar y nunca pasando largas horas de exposición. Un tono moreno que se adquiera de manera gradual es más saludable que una quemadura en la piel, que además puede dejar secuelas indeseables como el melanoma.
2- Mucha agua y a buena temperatura. Los expertos aseguran que el cuerpo, en verano, necesita entre dos litros y medio y tres de agua. Hay que tomarla, aunque no se sienta la sensación de sed, y es mejor que no esté demasiado fría. Entre los 10 y los 15 º de temperatura es lo más adecuado, ya que el agua fría en exceso elimina antes la sensación de sed, de tal manera que no se toma toda la que es necesaria.
3- Hay que seguir una correcta alimentación. Las hortalizas y frutas de temporada nos dan la pista de lo que hay que consumir en cada estación. Sopas frescas, ensaladas, cenas ligeras… y cocinas sencillas como al vapor o a la plancha son la mejor manera de alimentarse en la época de más calor. Naturalmente, hay que evitar comidas copiosas y muy calóricas.
4- Cuidado con el alcohol. Tomar un tinto de verano es un placer, pero abusar de las bebidas alcohólicas en general, es peor en verano que en otras épocas del año. El alcohol es un vasodilatador, lo que hace que el calor corporal ascienda a la superficie, y por este motivo muchas personas se sonrojan tras un par de copas. También es un deshidratante natural y aumenta las posibilidades de sufrir un golpe de calor.
5- Vigilando las molestias intestinales. En verano hay hasta un 80% más de enfermedades estomacales e intestinales. El calor hace que los virus y las bacterias campen a sus anchas, y es más fácil tener la mala suerte de que uno de ellos se asiente en el estómago. Es importante lavar muy bien frutas y verduras, y tener mucho cuidado con alimentos que puedan quedar parcialmente crudos, como huevos, pollo o pescado.
6- Mucho ojo con la vista. Es habitual proteger la piel, pero los ojos también necesitan cuidados durante la época estival. Salir a la calle con unas gafas de sol adecuadas, con una protección homologada es muy importante para evitar disgustos posteriores con el sentido de la vista.
El verano también es la época en la que niños y ancianos son más vulnerables. Mantenerlos en ambientes frescos, sin cambios bruscos de temperatura, y obligarlos a beber, aunque no tengan sed, es la mejor manera de protegerlos.
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